Hace sesenta años, cuando Frank Herbert publicó su monumental novela de ciencia ficción, habría sido fácil para la Academia otorgar su máximo premio a una epopeya realizada en estudio como Dune: Parte Dos. Se trata de “Lawrence Arrakis”, una impresionante inversión en vestuario, decorados y jornadas de rodaje que muestra lo que este negocio puede hacer cuando se trata de financiar grandes ruedas. Pero “Dune” no debería ganar sólo porque cueste más de la mitad de las películas de esta lista. Debería ganar porque Denis Villeneuve ha llenado cada cuadro con cuidado, arte y preguntas interesantes sobre la sed de la humanidad por la fe en los falsos Cristos. La segunda mitad de la historia es dos veces más inteligente y compleja que la primera película de Villeneuve, estrenada en 2021, pero aún así recibió solo la mitad de las nominaciones al Oscar. Supongo que el viejo Hollywood es probablemente la razón por la que se da por sentado, pero este éxito de taquilla cerebral perdurará durante décadas cuando ya no existan películas de este calibre.